Cuando digo que la espiritualidad de la Mujer se manifiesta en su cotidiano no estoy diciendo ninguna banalidad. Ni tampoco ninguna metáfora bonita.

Mis mayores revelaciones espirituales las he tenido lavando los platos y barriendo el hogar. Es ahí donde parece que las piezas se encajan de una forma asombrosa. Mira que he hecho retiros espirituales de esos que te pasas no se cuantos días en silencio y meditando. Y al final, resulta que todo está al alcance de tu mano, en tu realidad más próxima.

De ahí ha surgido mi propia destilación sobre lo que significa ser Mujer. Mi Espiritualidad es de lo más mundana.Todo ha sido engendrado, alumbrado y alimentado en mi más puro cotidiano.

Cuando hablo de enraizarme me refiero a esto.

mujer barriendo

¿Por qué te crees que las Brujas siempre van con una escoba? La escoba las conecta a la tierra, al día a día, a lo mundano y desde ahí vuelan más allá de las estrellas.

Las Mujeres tenemos la misión de encarnar el Divino Femenino en nuestro día a día. Y desde ahí irradiarlo al mundo.

Todo lo que no podamos encontrarle un espacio en nuestro cotidiano no va a ser más que una anécdota bonita que recordar.

Normalmente, no se trata de hacer grandísimos cambios sino más bien de introducir pequeñas acciones en vayan transformando tu realidad. Esas pequeñas acciones albergan en sí mismas una potencialidad innata que las hará crecer dentro de ti  y con ello tú te transformarás.

Esta es la oportunidad diaria que nos da la Vida para que evolucionemos a nivel Espiritual. Recuerda que el Espíritu creó lo material para vivir en él. Cada Mujer tiene el cotidiano que necesita para su máxima evolución. Los ingredientes están asegurados y suministrados de una forma infalible.

El cotidiano conforma en la Mujer su Gran Laboratorio de Aprendizaje. Es ahí donde se cuece todo la materia, se destila y se refina en el más rico elixir que jamás vas a encontrar, y por supuesto, nadie te va a  poder suministrar.

Entre tareas del hogar,

Myriam